Tu beso. Mi tesoro.

Un beso, ese contacto con otra persona, por medio de los labios. Puede ser algo grandioso, o simplemente un beso vacío de una noche, de un instante. En la vida acabamos recibiendo cientos, miles de besos, pero la inmensa mayoría, vacíos, sin emoción.

Ha llegado un momento en el que me pregunto: y qué sentido tiene el ir buscando, por ejemplo cuando sales, que un desconocido te bese... lo único que sientes, es eso, la emoción del momento. Pero y luego en qué se queda, en una locura que acaba en olvido, y si apuramos un poco en un ligero recuerdo pero nada más. Es como tomar alimento en pastillas, es cierto que obtienes los nutrientes, pero qué pasa con el sabor, con la textura, con lo que sientes cuando tomas un manjar, desaparece. O como cuando tienes que leer un libro por obligación, si estás leyendo, pero no es lo mismo que leer una obra de arte que te gusta, que te metes en su historia, tu imaginación te transforma en ese personaje, eres lo más. Pues lo mismo pasa con los miles de besos que puedes recibir por ejemplo una noche de fiesta o en cientos de situaciones diferentes, son besos insípidos, simplemente algo físico. No digo que sea malo, pues no lo es, sólo es una reflexión.

Sin embargo, luego está ese beso, ese pedazo de beso que te da alguien que te quiere o al que tú quieres. Que aunque tan sólo sea uno, su recuerdo perdurará para siempre. Es difícil de borrar algo así. Es como cuando viajas a ese lugar por tu propia cuenta, sin tener obligaciones, simplemente porque tú quieres. Te sientes a gusto, relajado, pleno, a rebosar de alegría, y sobre todo embelesado. O como cuando abrazas a tu novio, amigo, o cualquier ser querido durante unos minutos, si puede que sea un simple gesto, pero es un gran momento donde tus sentimientos y el del otro están en un continuo fluir. Pues en un beso, cuando hay dichos sentimientos, es lo más grande. Si en un abrazo ya hay un fluir de felicidad y cariño, en un beso rebosa. Se te queda clavado en el corazón, y de ahí no se quita. Estos besos, son los que realmente valen, los que pasan a formar parte de tu tesoro.

En la vida puedes recibir montones de besos, y sentirte vacío. O recibir uno o unos pocos besos de alguien al que quieres, y sentirte plenamente lleno. Y sobre todo feliz. Cambiaría todo por recibir un simple beso de ella, por todos los besos del mundo, siempre que sean besos con libertad. Pues es mejor un vaso lleno, que mil copas vacías. Busquemos más los sentimientos, que las emociones físicas del momento, que están vacías.

Es una opinión, luego ya cada uno es libre de hacer lo que su mente y su corazón le dicta.

¡Hasta otra amigos, a ser felices y a sonreír!

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