Cuando ellos dicen me gustas, yo digo me enamoras.

Quién no se enamoraría de esa mirada formada por esos ojos presente en tu rostro, puertas hacia un mundo lleno de luz, ventana a tu alma,  lugar donde se te puede conocer plenamente sin ningún obstáculo entre medias. No hace falta que hables, pues a través de tus ojos se puede saber como te sientes, quien eres y como eres. Visor de tu corazón.

Y esa sonrisa, que nos dedicas continuamente, símbolo de tu felicidad, estrella de tu corazón, fuente de energía de bienestar. Símbolo de poder, pues con ella puedes conseguir hacer a otros felices, tan sólo con el gesto que la produce. Es un gran tesoro, digna de ser almacenada en mi corazón. Ese brillo que desprende, me ilumina en los días más oscuros. Gracias a ella, aprendí que en todo ser humano hay belleza, sólo hay que saber donde encontrarla.

Tu personalidad, llena de valores propios inalterables, valentía de decir todo lo que piensas independientemente de lo que los demás digan, de ser como tú quieres ser. Pocos son capaces de ver el mundo como tú, como un lugar sin fronteras, donde todas la personas puedan pasar de un sitio a otro sin miedo, sin obstáculos. Tratas a las personas por como son y no por lo que aparentan. Sinceridad y naturalidad, dos de las muchas palabras que te identifican. Y como tratas a tus animales, a tu perro/a, gato, o cualquier otro, como si fueran uno más, en vez de como si fuera un objeto. Todos deberíamos tratar por igual a los animales, pues ellos no son nuestros, simplemente son nuestros compañeros.

Todos cometemos errores, pero es esa capacidad de aceptarlos y de superar los problemas que se te plantean cada día (da igual lo que tardes) lo que cada día me hechiza día a día. Las imperfecciones es lo que nos hace distintos, y mejores. Esas imperfecciones junto con tus perfecciones son lo que enamoran.

Tu interior junto con tu exterior, hacen que verte sea una explosión de sentimientos y sensaciones.

No hay más que ver, que cuando estoy contigo, es como estar en las verdes praderas de mi amada tierra, Euskal Herria, con su hierva, sus flores, los rayos del sol, y la suave brisa chocando dulcemente sobre tu rostro. Simplemente estar contigo es lo mejor del día, por muy mal que haya ido verte lo transformará en grande.

Siento tanto por ti, que me quedo sin palabras, podría estar horas, llenado paginas y paginas de frases diciéndote todo lo que siento. Pero no hace falta, daría lo que estuviese en mi mano porque esa mirada, esa sonrisa, esa forma de ser jamás se perdiera. Da igual el lugar, el momento ni el tiempo, pero nada podrá impedir que te ayudara si lo necesitaras como hacen los amigos. Aunque lo que yo sienta se algo más. tu felicidad da lugar a mi felicidad, al igual que tú me has ayudado tanto. Así que, para qué mentirnos diciéndote que me gustas, cuando la verdad es que siempre me enamoras.

Mira sin miedo, sonríe y se feliz.

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