La vida es un suspiro, ¿por qué no convertirla en un suspiro de felicidad?
La vida es una gran historia, con principio y final. A diferencia de las historias contadas; esta gran historia es única. Nunca se puede rebobinar, pues en ella la única opción es avanzar. Nosotros no tenemos la libertad de escoger el inicio, pero sí de cómo llegar al final. Cada opción, cada decisión que tomemos, determinará cómo será el final de esta gran historia. Jamás he entendido a esas personas que lo único que le interesan en la vida, es tener todo el dinero del mundo, y cuanto más mejor. Cuantas más tierras, viviendas, fincas tengan, más querrán. Y lo peor de todo es que no les importa pisar al resto con tal de conseguir lo que quieren. Pero al final, lo único que están consiguiendo, es que aunque lo tengan todo realmente no tengan nada. Lo material es solo eso, materia inerte sin más. Lo que realmente importa, lo que realmente te enriquece, son los sentimientos, las emociones, la educación, la cultura, lo que en sí no es físico, pues solo está en tu cabeza. Lo in