Poema a la Luna
Luna, cuando estás,
te miro…
Se para el tiempo.
Muchas veces sonrío;
todo pasa más lento.
Luna, cuando no estás,
te busco…
No te contemplo.
Todo está oscuro;
yo me desespero.
¿Qué tienes, Luna?
De noches oscuras
las que no te veo;
de noches claras
las que menos duermo.
Ay, Luna…
En esas noches claras
nos dan más de la una.
Me revuelves entre las sábanas;
como tu piel son de claras.
Luna…
En las noches oscuras
no te encuentro en mi cama.
Rodeada de mil penumbras
en mis sueños vagas.
Y es que, Luna,
las noches que te alejas,
más quiero de ti;
las noches que te acercas,
más me pierdo en ti.
¿Qué tienes, Luna?
Quiero huir de ti,
pero por más que huya
siempre, siempre…
estarás ahí.
No, Luna...
No puedes dejar de existir.
Por más que te evite,
Luna…
tengo que enfrentarme a ti.
Tú, Luna,
sacas mis tesoros.
Tú, sin saberlo,
afloras en mí
mis deseos más ocultos.
Contigo, Luna…
la noche más oscura
es la más pura.
Contigo, la más clara
se llena de lujuria.
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