Amor y odio por amar

Siempre he dicho que enamorarse es un obstáculo en la vida, te altera tu forma de pensar, se vienen oleadas de emociones positivas y negativas, te acaba volviendo loco, y más cuando es un camino que no llega a ninguna parte.

Es una sensación bella y horrible, según te venga, o te alegra o te arrasa emocionalmente. Lo peor viene cuando acumulas todo lo que sientes, por miedo, por no ver el sentido a contarlo, porque hace años ya lo sentiste por esa persona pero te vuelve más claro e intenso, aturdiendo la razón.

Hace meses pensé que más vale estar enamorado, que sentir el agobio de no saber que tiene tu cuerpo por ciertos problemas de salud. Pero ahora hago la siguiente reflexión, aunque pueda parecer un tanto extrema, cuando tienes síntomas de cierto problema de salud y te inunda el agobio de no saber lo que es, un buen médico te puede descartar o descubrir lo que tienes, poniendo fin a ese estrés. 

Pero cuando sufres de un enamoramiento que no va a ningún sitio, no hay profesional que acabe con ello, no es fácil dejar de sentirlo, porque al final estos sentimientos son una amplificación de una amistad, por una persona maravillosa a la que tu mente la encanta tanto que amplifica sus sentimientos según la vas conociendo.

Al final el amor son dos realidades de amor y odio por sentirlo, sobre todo cuando te viene en una semana.