El arte de complicarse

 Imagina que tienes el poder de tener la vida que quisieras en tus manos, como si tuvieras entre ellas un pequeño genio que te concediera los deseos que quieras. Te los concede. Una vez concedidos, pasa un tiempo (el que sea) y sigues en la misma situación, o muy parecida, a antes de concederte ese genio esos deseos. ¿Por qué pasaría esto? Nos pueden conceder los deseos que queramos para estar bien, pero seguiríamos con la misma actitud para todo, para cualquier situación que nos ponga la vida (o nosotros) y, por si fuera poco, no estaríamos conformes.

 Nos gusta complicarnos... Nos cegamos en cosas que ni vemos que tienen salida, cuando puede haber hasta varias. ¿Por qué no las vemos? Puede ser miedo... Pero, ¿miedo a qué?, ¿a estar peor que ahora?, ¿a seguir siendo infelices?... ¿Qué podemos perder? ¿Estamos cómodos en el papel de víctima? ¿Nos gusta quejarnos? Parece que nos encanta...

 Complicarse, como si de un arte se tratase. Hasta somos capaces de poner "parches" a nuestros problemas y seguir como si nada, haciendo y disfrutando de las cosas que más nos gustan. Y está bien... Pero el problema seguirá ahí y se manifestará de nuevo, una y otra vez, de una manera u otra, siempre que esté sin solucionar.

 Qué tal si te dijera que ese genio que podría habitar entre tus manos existe de verdad, que tienes el poder de tu vida en tus manos, que puedes manejar esa vida como quieras, a tu antojo, y que si ves límites al intentarlo es porque tú te los pones. Esos miedos, esas inseguridades, esa falta de amor propio, ese "qué dirán, o qué pensarán los demás", esos apegos... De llegarnos a quitar todo eso, nuestras vidas pegarían un giro tremendo y, encima (y cuidado con lo que voy a decir): seriamos felices.

 Por muchos genios que tuvieses en tus manos, pidas lo que pidas, si no eres consciente de que tienes tú el poder de cambiarlo todo, empezando por ti mismo, nada de lo que desees se te va a cumplir.
Esos deseos sólo los puedes conceder tú. Tu interior es tan poderoso que si permites concederte algún deseo, todo tu alrededor cambiaría; tu vida cambiaría.

 No te compliques tanto y acéptate, ámate, cree en ti, confía en ti... Y te florecerá una valentía que te abrirá camino a la vida que quieras tener. El poder lo tienes tú, dentro de ti, en tus manos está. Ese genio eres tú.

Fotografía de César Augusto Palacios

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poema a la Luna

HABLEMOS DE AMOR COMO LIBERTAD, NO COMO CADENAS.

Todo vuelve