Ella
Ella...
De lejos se ve cómo camina,
segura y decidida.
Avanza con soltura,
como si suya fuera la vida.
Ella, con un brillo
que sólo tiene ella.
Un brillo más intenso
que el de una estrella.
Con una forma de ser
que la hace aún más bella.
Conforme se va acercando,
mi mente la va recordando...
Ella, mujer fuerte,
capaz de su vida ofrecerte.
Ella, dominante y valiente,
ni con ella puede el más
fuerte viento de poniente.
Ella, sensible y a la vez tan alegre,
algo que la hace irresistible
junto a esa mirada ojialegre.
Ella ama el amor,
ante él se abre como una flor,
dejando atrás todo su temor.
Ella es reservada,
de ella apenas saben nada.
Nada de su intimidad,
pues en su interior hay pura debilidad.
Ella adora la música,
con ella baila y se siente única.
Ella, tan loca y risueña,
convierte en alegría todo lo que toca;
ella hasta ríe cuando sueña.
Ella disfruta en soledad,
pues es con ella
pues es con ella
cuando ve todo con claridad.
Ella, espiritual y emocional,
un ser experimental
con una esencia sobrenatural.
Ella saborea la vida,
ante ésta es atrevida.
Se tira a ella sin importar
como sea la caída.
Ya está aquí,
paseando frente a mí.
Con ese olor corporal propio
que siempre ha dejado huella en mí.
Se va alejando, y ella
sigue su paso iluminando.
Observo su cabello recogido,
mientras sus mechones sueltos
van rozando este suave aire adormecido.
Sus andares, tan peculiares
como hechizantes,
siempre me tendrán embobado
por muchos años que pasen
sin por mí ser observados.
Ya no te veo,
ya no contemplo ese cuerpo
que para mí fue un templo.
Te perdí entre la multitud,
donde ya me es imposible ver tu luz.
Ella... Su rastro es lo único
que noto ahora mismo de ella.
Siempre donde pasa deja huella.
Ella...
Fotógrafo: Iker Haro
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